Una vez cruzamos los Pirineos, en la Cataluña Norte, nos encontramos con Céret, un pintoresco pueblo del Vallespir, donde el Cubismo se desarrolló de la mano de Pablo Picasso, Georges Braque, Juan Gris y el escultor Manolo Hugué. Descenderemos por los Pirineos hacia el mar, donde encontraremos el paraíso mediterráneo del Fauvismo, Collioure, allí, su estrella, el pintor Henri Matisse consiguió captar los colores puros que su gran maestro, Paul Cézanne, tanto apreciaba. Y volveremos a la Cataluña Sur siguiendo el Mediterráneo hasta Cadaqués, donde el Surrealismo brilló con luz propia gracias a Salvador Dalí y a sus amigos: Federico García Lorca, Luis Buñuel, Paul Éluard y su musa, Gala. Estos artistas iban hacia la búsqueda de la luz, el color y la pureza y estas poblaciones catalanas representaban ese lugar ideal cargado de primitivismo y exotismo que tanto anhelaban. De hecho, buscaban la belleza en estado puro. Y aún está. ¡Ven más allá de las fronteras del arte!